Pazo de Tarrío
Pazo de Tarrío
Santiago de Xubial (Melide)
Del siglo XVIII data la reconstrucción de la vieja fábrica de este pazo de Tarrío, sito en la feligresía de Santiago de Xubial, no lejos de Melide y que, desde sus inicios, ha venido perteneciendo a la misma familia. Encarece Taboada Roca, en el estudio que le dedicó así como a otros de la comarca, la vastedad de los salones y capilla y la variedad de dependencias indispensables para que en el pazo pudieran subsistir bien acomodados sus moradores. El aspecto exterior es de rusticidad, como corresponde a pazo montañés y nada risueño.
Traspuesta la portalada, que flanquean dos poderosas y enhiestas columnas casi cubos de muralla, de tosca mampostería, se entra en el patio, a cuyo fondo se abre largo corredor sostenido por pilares de piedra, al que se accede por una escalera lateral.
Bajo el corredor, que también pudiera llamarse galería o solana, se abre la puerta de entrada, con arco de medio punto. Uno de los escudos de la casa ofrece las hojas de higuera de los Figueroa, el árbol de los Noguerol acompañado de otras figuras tal vez el león de los Prado, el pino y lanzas de los Leis en unión del pino y lanzas de los Caamaño, y las cinco lises de los Maldonado, apellidos todos de la casa.
La otra piedra armera presenta un ajedrezado similar al de los Valladares, los dragones o sierpes y el ajedrez coronado ¿de los Mondragón?, unas fajas que pudieran represantar tanto a los Ribera como a los Parga y las cinco palomas de los Seixas.
Este es otro de los pazos erigidos por clérigos que heredando o sin heredar mayorazgos, se hacían con el capital suficiente para fundar una casa solariega que sirviera de prestigiosa morada a sus descendientes y de realce al linaje propio.
Se llamó el fundador, don Isidro López de Saavedra, y desempeñó el cargo de Párroco de Santiago de Xubial; era hijo y heredero de don Luis López de Saavedra, uno de los apellidos que se extendieron por la comarca melidense tal vez por la relativa proximidad de la fortaleza y pazo de Miraz, uno de los viejos solares de los Saavedra lucenses, y a consecuencia de entronques, anteriores con familias de la zona.
En 1677, el clérigo don Isidro López de Saavedra fundaba, pues, con sus bienes, vínculo y mayorazgo en cabeza de la mujer que se casase con don Andrés López de Saavedra que muy probablemente era hijo suyo. Fue esa mujer, tentada por la riqueza, doña Francisca de Prado Noguerol, de una hidalga estirpe que poseía el pazo de Vilanova en Dormeá. Les sucedió su hijo don Manuel de Saavedra y Prado, que casó con una Leis, hija de los dueños de la casa de Vilacoba, en Santa María de Restande, don Pedro de Leis Ponte Moscoso y doña Isabel Figueroa Maldoado que asimismo señoreaban la casa de Lerma, en San Payo de Brexo, término municipal de Cambre.
Nació de ellos el Capitán de Cazadores de Infantería don Felipe Saavedra y Leis. Este señor contrajo primeras nupcias con doña Cayetana de Sevil y Monterroso, hija de los dueños del pazo de Rodieiros, de la que no tuvo sucesión, y en segundas con doña María Antonia de Arijón y Caamaño, de hidalga familia de Santiago de Vilán, en Bergantiños. De este segundo matrimonio vino el más importante personaje que haya nacido en el pazo de Tarrío y que fue don Emigdio María Saavedra, que se casó con doña Maria de los Dolores Codesído, hija de los señores del pazo de Vilanova, de Dormeá, ya enlazados anteriormente con los del pazo de Tarrío, tuvo notable actuación militar durante la guerra de la Independencia y después tomó activa parte en las luchas constitucionales a favor del absolutismo, lo que le valió persecuciones pero no le quitó combatividad, hasta el punto de que todavía mucho tiempo después continuó la vida militar. Siendo Caballero de la Real Maestranza de Ronda y condecorado con multitud de cruces, falleció en La Coruña en 1835.
De don Emigidio y doña María de los Dolores fue hijo y sucesor don Juan María Saavedra y Codesido, asimismo Maestrante de Ronda, que tuvo alguna participación en la política provincial y que de su matrimonio don doña Pascua Vila tuvo por hija a doña Mercedes Saavedra Vila, esposa del médico don Jesús Salgado.